Por Eugenio Zamora
En las ultimas semanas se confirmaron las coaliciones que ya venían circulando en redes y periódicos: La alianza “Juntos Haremos Historia” integrada por el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de Mexico (PVEM). Por otro lado, la alianza “Va Por Mexico” integrada por el Partido de Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Ambas son alianzas por demás incongruentes. Primero que nada, la alianza MORENA-PT con el PVEM, cuyo partido siempre había sido aliado del PRI en las elecciones federales y la mayoría de las elecciones locales; un partido al que tanto MORENA como el PT siempre criticaron públicamente, y no hay forma de negarlo, pues las declaraciones, los videos y los ‘tweets’ de los miembros de ambos partidos son de dominio público.
Por otra parte, está la alianza de los 3 históricos rivales políticos: El PRI, el PAN y el PRD. 3 partidos que siempre habían sido contrarios (salvo el PAN y el PRD que fueron juntos en las elecciones federales de 2018). Y el caso es el mismo, las criticas entre los miembros de los 3 partidos están a la vista de todos.
Estas coaliciones demuestran que esos partidos son conscientes de que solos no pueden llegar a ninguna parte, y deben agarrarse del capital político del otro si quieren ganar algo; el hambre de poder de ambas alianzas es palpable. Quien se dio cuenta de eso y traiciono a Acción Nacional y el PRD fue Movimiento Ciudadano, pues decidieron ir solos en las federales; sin embargo, han demostrado que carecen de figuras respetables al interior del partido que aspiren a una candidatura, por esa razón se ven obligados a respaldar la aspiración de personajes como el impresentable de Samuel García para gobernador de Nuevo León; un partido naturalmente de izquierda respaldando a una persona machista, sexista, misógino, clasista y ultraconservadora ¡Vaya ironía!
Lo anterior nos demuestra que únicamente existe una opción política viable, que se ha mantenido fiel a sus ideales y a sus principios; que no busca el poder por el poder sino por el servir y ese es el Partido Encuentro Solidario, el cual ha abierto sus puertas para abanderar a ciudadanos comunes que aspiren a una candidatura, pero que mantiene estándares altos de tal manera que todos los postulados PESistas sean ciudadanos con pleno oficio político y capacidad para ocupar un cargo de gobierno. El PES no ha caído en el discurso de odio y rivalidad política que traen los partidos anteriormente mencionados, que buscan la guerra sucia con tal de ganar un cargo público; Encuentro Solidario ha apostado por la reconciliación social que tanta falta le hace a nuestro país inmerso en la polarización propiciada desde Palacio Nacional y agrandada por los partidos de oposición. Sencillamente, el PES ha demostrado ser la mejor opción para México.
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